Pilar Piedra / Umbral enfurecido / La viuda de Vargas

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Open 2019

BARBASTRO OPEN
La Viuda de Vargas
Calle Doctor Martínez Vargas, 20
07.06 – 30.06.2019

Un día, paseando por un barrio de Barcelona, apareció de repente ante mis ojos una estampa desconcertante. En un portal había una mezcla alucinantemente confusa de objetos. Muñecos, máscaras, telas, películas, espumillón, plantas, anotaciones de todo tipo … convertían esa umbral en una imagen que turbaba mis sentidos.

No pude evitar hacer una fotografía, era imposible resistirse. No llevaba la cámara y la realicé con el móvil, ese apéndice de nuestro cuerpo. Esa noche al mirarla me impresionó y quise volver de nuevo para realizar una toma con la cámara.

Al día siguiente intenté encontrar el portal pero en un barrio como Gracia no era fácil localizar la calle. Se me ocurrió preguntar a una joven cartera y, bingo, sabía de qué le hablaba aunque no recordaba exactamente su ubicación pero sí una compañera suya a la que llamó de inmediato. El portal era muy conocido y hacía tiempo que tenía esas características.

Al parecer, hace unos años un individuo se estableció en la entrada del número 14 de la Calle Ramón y Cajal. Lo que inicialmente era un asentamiento provisional pasó a convertirse en su vivienda habitual. Una vez conocida la dirección me dirigí hacia allí y encontré a la persona que residía en ese pequeño habitáculo. No me fue posible acceder a su interior, era una cuestión de respeto a su intimidad. Se prestó a que le hiciera una fotografía y me habló sobre la dignidad y su verdad.

Cuando observamos una imagen de estas características (EL DESCONCIERTO), lo primero que surge en la mente (al menos en la mía) es atribuir ese desbarajuste de elementos a una mente perturbada. Probablemente sea una de las razones, pero es necesario entrar a analizar otros aspectos que nos permitan comprender qué está ocurriendo.

Presupongo que en algún momento de su vida esta persona perdió su trabajo y al no disponer de recursos económicos suficientes debió quedarse sin vivienda, lo que le llevó a deambular por las calles buscando un lugar donde refugiarse.

Muchas familias han sido desahuciadas de sus casas por motivos económicos. Esta situación se repite constantemente como consecuencia del capitalismo global actual. Resulta inadmisible que en un supuesto Estado Social y Democrático se estén produciendo centenares de miles de desalojos. Los poderes públicos son cómplices de la vulneración de un derecho básico, el acceso a una vivienda digna, atentando contra las necesidades más elementales de
la población. Convierten cualquier existencia humana, cualquier elemento material y cualquier relación social o cultural en un recurso de su explotación, hasta el momento en el que no les resulta útil y lo desechan, tolerando la destrucción de la vida individual y colectiva. El poder ha perdido toda noción del límite.