Myriam Correa / Nocturnal Fears

“Me pregunto cuánto tiempo puede sobrevivir el alma sin dormir, sin descanso, mientras observa como el mundo interior del miserable cuerpo que habita, se convierte en una tiranía autoinflingida que aprieta y no deja ver tras los velos de la tragedia mundana. Me pregunto cómo se hace capaz de mirar de cara aquello que más teme”.

Myriam del Alba nace en una pequeña localidad del Maresme, en el año 1988. Allí crece hasta que a los 18 años se marcha a vivir y estudiar a Barcelona, donde entra en contacto con el mundo del arte y el pensamiento. Se forma como educadora social y se marcha a vivir a Bolivia a los 22 años, donde conoce parte de Sud-América y vive una serie de experiencias que le hacen tocar el lado crudo de la realidad.

A los 24, regresa a España, se inicia en el Budismo y se especializa, simultáneamente, en drogodependencias. Comienza a trabajar con trastornos de conducta y decide reinventarse, a los 26 años, y entrar en contacto con su faceta favorita cursando los estudios de fotografía en IEFC. A raíz de sus proyectos realizados durante su época de estudiante, participa en varias exposiciones conjuntas y gana la beca para asistir a la residencia artística dirigida por Antoine d’Agata en Arles (Francia) en 2017. Proyecta en el mismo Arles, así como en FotoLeggendo (Italia) y La Nuit de l’Instant (Marsella). Poco después, participa en BFOTO 2017, donde gana la Beca Visionados.

Decantada por la fotografía de autor, su obra habla de los procesos psicológicos y emocionales propios y del mundo. Busca incansablemente la intensidad, encontrando, a menudo, el drama de la arquitectura de la vida interior.

En junio de 2017 presenta el work in progress “Nocturnal Fears”. Se trata de un esbozo personal, hecho a modo de ensayo, para tratar de comprender la naturaleza de sus graves episodios de insomnio y pánicos nocturnos, que sufre durante una época de oscuridad y sombra. Gana la Beca Visionados y decide ampliar el proyecto dándole un sentido y una finalización. Para ello se vale de la sutil comunicación entre las propias fotografías, su composición, su colocación. Es fiel al inicio del proyecto en cuanto a la idea y a su metodología, buscando, a través de altos contrastes, el dramatismo visual y la sobriedad cromática, lo histriónico, lo inquietante, lo misterioso… la poesia en la oscuridad; de esta manera, inicia una incursión interior para investigar qué ocurre durante la noche con sus miedos inconscientes.